lunes, 11 de octubre de 2010

la historia del Anillo Único

Historia del Anillo, contada por Gandalf a Frodo en la Comunidad del Anillo

Fueron Gil-Galad, el Rey de los Elfos, y Elendil, de Oesternesse, quienes derrocaron a Sauron, aunque murieron en la lucha. El hijo de Elendil, Isildur, cortó el anillo de la mano de Sauron y se quedó con él. Sauron fue vencido; el espíritu desapareció, ocultándose por muchos años, hasta que la Sombra tomó nueva forma en el Bosque Negro.
Pero el anillo se había perdido. Cayó a las agua del Río Grande, el Anduin. Desapareció cuando Isildur, que iba hacia el norte siguiendo la margen este del río, fue asaltado por los Orcos de la Montaña, cerca de los Campos Gladios. Los Orcos de la Montaña mataron a casi toda su gente. Isildur se zambulló en las aguas, el anillo se le salió del dedo mientras nadaba, y entonces los orcos lo vieron, y los mataron a flechazos.
Gandalf hizo una pausa.
- Allí, en los lagos oscuros, en medio de los Campos Gladios- continuó.-, el anillo murió para la tradición y la leyenda. Ahora mismo solo unos pocos saben la historia y el mismo concilio de los Sabios no pudo descubrir más, pero al fin se como continúa.
Mucho después, pero aún en un pasado remoto, vivía junto a las márgenes del Río Grande, el límites de las Tierras Ásperas, una gente pequeña, sedentaria y diestra. Creo que eran de rza hobbit, emparentados con los padres de los padres de los Fuertes, pues amaban el río y a menudo nadaban en él, o construían pequeños botes de caña. Había entre ellos una familia de gran reputación, por ser más numerosa y más rica que la mayoria, encabezada por una abuela austera y docta en cuestiones tradicionales. El más preguntón y curioso de esa familia se llamaba Sméagol. Se interesaba en las raíces y orígenes subterráneos; se zambullía en lagos profundos, cavaba bajo los árboles y abría túneles en los montículos verdes. Un día dejó de mirar hacia arriba, a la cima de las montañas, las hojas de los árboles o las flores que se elevaban en el aire; llevaba la cabeza y los ojos vueltos siembre hacia abajo.
Sméagol tenia un amigo, Déagol, muy parecido, aunque de mirada más aguda y no tan fuerte y rapido. En una ocasión tomaron un bote y fueron a los Campos Gladios donde crecían matorrales de lirios y junquillos. Una vez allí, Sméagol comenzó a curiosear por las márgenes, mientras Déagol permanecía en el bote, pescando. De repente un pez grande picó el anzuelo y antes de darse cuenta, Déagol se vio arrastrado al agua, hasta el fondo. Se dejó llevar porque creyó ver algo brillante allá en el fondo y conteniendo la respiración extendió la mano y lo alcanzó. Luego salió a la superficie, chorreando, con hierbas en los cabellos y un puñado de barro. Se quitó el barro de la mano y oh, qué era aquello, un hermoso anillo de oro que brillaba y centelleaba a la luz, y le alegraba el corazón. Sméagol había estado observando y mientras Déagol se deleitaba mirando el anillo se acercó en silencio.
“Dámelo, Déagol, mi querido” dijo por sobre el hombro de su amigo.
“¿Por qué?”
“por que es mi cumpleaños, querido, y lo quiero para mí.”
“ No me importa, ya te di un regalo. El anillo lo encontré yo y me lo guardaré”
Sméagol tomó a Déagol por la garganta y lo estranguló. Luego se puso el anillo en el dedo.
Nadie descubrió que fue de Déagol. Había sido asesinado lejos de la casa y el cadáver estaba escondido. Sméagol volvió a casa y descubrió que la familia no podía verlo cuando llevaba el anillo .
El hallazgo lo entusiasmó y ocultó empleándolo para descubrir secretos.

ah.. el mundo de Tolkien..



Tres anillos para los Reyes Elfos bajo el cielo.
Siete para los Señores Enanos en casas de piedra.
Nueve para los Hombre Mortales condenados a morir.
Uno para el Señor Oscuro, sobre el trono oscuro
en la Tierra de Mordor donde se extienden las Sombras.
Un anillo para gobernarlos a todos. Un anillo para encontrarlos,
Un anillo para atraerlos a todos y atarlos a las tinieblas
En la Tierra de Mordor donde se extienden las Sombras.