La seción de cosméticos del supermercado

Esta es una historia escalofriante. Y verdadera, lo cual la hace incluso MAS terrorífica.

He sido acosada. En el Mercadona. Sí, como se lee.
iba yo, feliz, pensando en mis cosas mundanas y me adentré en territorio enemigo: la seccion de cosméticos.

Vi objetos punzantes y aterradores que me llenaron de miedos y sustos. Pero valiente como una leona, seguí mi camino mirando maquillajes y toda clase de perfumes.

hasta llegar a la seccion "Pelo". Madre mia, que cantidad de franquitos vi en las estanterias. Estaba pensando en algo, trascendente, lo mas seguro, cuando una mujer sale de la mas remota nada, y me sonrie de oreja a oreja.

intente devolverle la sonrisa, un pco intimidad, e hice ademan de marcharme de ese sitio. pero la mujer se interpuso entre yo y el resto del supermercado.

-¿quieres que te ayude en algo, bonita?- me dijo, aun sonriendo.

-No, gracias, solo miraba.

-MM.. tu eres rubia, necesitas este shampoo.-dijo, enseñandome una botellita amrilla.

sonreí e intente esquivarla. La mujer estaba entrenada para no dejarme marchar.

-¿Tiendes a tener el pelo grasoso o seco?- quiso saber.

me pareció una pregunta muy personal, la verdad. Y ridicula.

-No se.- dije, intentando pensar en mi pelo.-

-MM.. yo creo que seco, ¿No? ..¿has considerado cortarlo?

-No. No pienso mucho en mi pelo.

-es que tienes las puntas abiertas.

-¿las que?

-las puntas, cielo.

me acababa de llamar "cielo". Eso fue demasiado para mi.

-Tengo prisa, tengo que irme. ¡Adios!

pero vuelvo a decir que la mujer estaba bien entrenada. Podria haberse dedicado a espía.
me impidió el paso y comenzó a enseñarme MILLONES de botellas de shampoo.

fue asi como me enteré de que hay shampoos para todo. TODO. si tienes el pelo de un color u otro. Si lo tienes mas largo o mas corto. Si tienes mechas, luces o si lo tienes teñido. Si se te seca o se engrasa. Si se te parten las puntas o no. Si lo tienes fino o grueso, liso o rizado.

mareada de tanto shampoo cogi uno de la marca Mercadona y le dije que ese me servia de maravilla.

y corrí como si mi vida dependiera de ello.